LA LUCHA POPULAR QUE LIBERÓ A TOSCO DE LA CÁRCEL
En represalia por aquella contundente pueblada que fue el “Viborazo”, la dictadura encarceló a Agustín Tosco y otros militantes gremiales. Gracias a la lucha fue dejado en libertad el 23 de septiembre de 1972, transformándose en una victoria para el movimiento combativo.
Agustín Tosco, el mejor líder obrero que conocí en mi vida. Un Hijo del Pueblo”.
Osvaldo Bayer
El 28 abril de 1971, Agustín Tosco fue detenido por decreto del Poder Ejecutivo Nacional (“S” 715/71), acusado de “instigar la subversión” a raíz del paro general del 15 de abril, justo un mes después de la histórica gesta del Viborazo, que desembocó en la caída del tristemente célebre interventor de la provincia, José Camilo Uriburu. Durante casi un año permaneció en la cárcel de Villa Devoto hasta que fue trasladado a Rawson, el 9 de abril del ‘72, donde también fueron enviados otros 22 militantes.
En Devoto, el Gringo compartió celda con Raimundo Ongaro hasta su liberación, tras lo cual quedó en soledad durante 93 días. Recordemos que Ongaro era el conductor de la combativa CGT de los Argentinos a la cual Luz y Fuerza adhirió.
En el penal de Rawson (donde se encontraban presos más de doscientos militantes gremiales y políticos), fue testigo de la fuga de 19 activistas de organizaciones armadas, lo cual desencadenó la “Masacre de Trelew” el 25 de agosto de 1972. Tras la fuga se endureció el régimen penitenciario.
Agustín Tosco había sido participado para sumarse al escape, pero se rehusó, ya que consideró que no sería útil si pasaba a la clandestinidad.
Con el fin de rescatarlo de la cárcel, los Cuerpos Orgánicos llevaron adelante una serie de paros de los sectores técnicos, manuales y administrativos y una enérgica campaña por su liberación junto a otros sectores sindicales y sociales, cuyo lema más conocido era “Libertad a Tosco”. Aquella campaña incluyó panfleteadas, marchas, actos, festivales solidarios para recaudar fondos y acciones relámpagos, además del trabajo de los abogados.
Hay que remarcar que el 17 de septiembre de 1971 se realizaron elecciones y Tosco, estando preso, fue elegido una vez más secretario General de Luz y Fuerza de Córdoba y secretario Adjunto de la CGT Córdoba. Este proceso eleccionario significó la recuperación de nuestro sindicato tras más de un año y medio de intervención.
Ahora nos traslademos a 1972… el 22 de septiembre, un día antes de salir en libertad, el PEN dictó el decreto “S” 6.492/72, que dejó sin efecto la detención del Gringo. El día 23 arribó a Buenos Aires y de inmediato brindó una conferencia de prensa en la Asociación de Periodistas de Buenos Aires, acompañado de los abogados Hipólito Solari Irigoyen y Arnaldo Murúa (hijo de nuestro primer conductor “Quebracho” Murúa).
La bienvenida en Córdoba
El lunes 25 de septiembre, Agustín Tosco abordó el avión que lo trajo a Córdoba para continuar cumpliendo con el mandato otorgado por el gremio. Llegó al aeropuerto Pajas Blancas a la noche, donde lo aguardaba una multitud que era seguida de cerca por una nutrida presencia policial. Ni bien apareció su inconfundible silueta, recibió una jubilosa bienvenida y en señal de triunfo el Gringo levantó sus brazos, como lo había hecho casi 3 años antes, en diciembre de 1969. Una impresionante columna de automóviles comenzó a marchar detrás del vehículo que trasladaba a Tosco hacia el club Redes Cordobesas, y aunque la intervención policial entorpeció la marcha, no pudo detenerla. Después de tantos padecimientos, Agustín volvía a sentir de cerca el calor popular, el de sus compañeros y compañeras, el de otros trabajadores, el de unas seis mil personas que concurrieron para demostrarle su solidaridad y aprecio. Así lo retribuyó el Gringo: …”Después de prácticamente un año y medio en las cárceles de la dictadura, vengo aquí como trabajador, como revolucionario, como argentino a ratificar ante todos ustedes el compromiso de continuar, hasta las últimas consecuencias, la lucha por la liberación nacional y social de Argentina”.





