Defenderemos este pilar estratégico, donde se formaron generaciones de obreros
El 19 de agosto de 1948 se creaba por ley 13.229 la Universidad Obrera Nacional y pública, hoy Universidad Tecnológica, UTN.
Juan Domingo Perón había manifestado que “…hemos de crear la Universidad Obrera para formar los técnicos del porvenir…”. Y así con su apertura, se colmó de hijos de los trabajadores que hasta entonces estaban marginados de la educación técnica. A lo largo de 77 años de enseñanza, numerosos compañeros en actividad y jubilados que trabajaron en EPEC se formaron, se especializaron y se graduaron en la universidad obrera, brindándole a nuestra Empresa lo mejor de su profesionalismo en aras del servicio.
El proyecto enviado al Congreso en aquel año apuntaba a “…coadyuvar en la recuperación económica del país permitiendo que la industria nacional sea dirigida por técnicos argentinos y realizada por obreros argentinos y también posibilitar a los trabajadores escalar posiciones que antes les fueran ordinariamente denegadas”.
Los objetivos, además de la capacitación profesional de los obreros como una reivindicación social, era la de satisfacer las necesidades de la creciente industria, proveer a la enseñanza técnica de docentes formados en la experiencia del taller, asesorar en la elaboración de planes y programas de estudio de los ciclos inferiores y en las tareas de organización, dirección y fomento de la industria nacional, promoviendo a su vez la investigación.
Los decanos de estas facultades eran obreros y la mayoría provenía del gremialismo. Hubo muchos aspirantes en aquellos años para especializaciones como instalaciones eléctricas, construcciones electromecánicas, construcciones de obras, automotores, transportes y mecánica ferroviaria y aeronáutica, entre otras.
Hoy en la era Milei, la Universidad Tecnológica Nacional (desde 1959), atraviesa una crisis como toda la educación pública superior, despreciada por el presidente, habiendo declarado el estado de alerta ante el deterioro presupuestario que no sólo afecta su funcionamiento, sino también la involución salarial de sus trabajadores docente y no docentes que vienen realizando paros y otras medidas.
Ya sabemos las consecuencias de no invertir en educación y especialmente en educación técnica de calidad. La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo, dijo Nelson Mandela, pero claro, al gobierno libertario le es indiferente que la universidad pública sea uno de los motores de la democracia, la producción y los lazos sociales, como bien remarcó el Consejo Superior de la UTN en una declaración el año pasado.