JOSÉ BRIZUELA
PRESENTE ¡AHORA Y SIEMPRE!
El 24 de octubre se cumplieron 47 años de su secuestro y desaparición
En octubre de 1974 nuestro sindicato fue deliberadamente allanado e intervenido, con el objetivo de extinguir al sindicalismo combativo. Agustín Tosco fue perseguido, sentenciado a muerte por la Triple A y forzando a la clandestinidad. Otros compañeros fueron encarcelados. La respuesta del gremio fue la solidaridad y la resistencia para ayudar a las familias de los detenidos y cesanteados.
Abnegados compañeros cumplieron la misión de distribuir los comunicados de la “Conducción en la Resistencia” y además realizaron las colectas solidarias los días de cobro, y lo hicieron decididamente pese al riesgo de ser secuestrado, torturado y desaparecido. José Nicolás Brizuela fue uno de esos compañeros.
La dictadura que asaltó la democracia en marzo de 1976, desató una represión despiadada a lo largo y ancho del país. En Córdoba, los grupos de tareas al mando del genocida menéndez, operaron impunemente por lo general en las sombras de la noche.
Nuestro compañero José Brizuela fue blanco de este accionar criminal como consecuencia de su militancia y solidaridad, conducta que la dictadura quería exterminar y no lo consiguió. El 24 de octubre de 1977 ingresaron a su casa, lo encapucharon, ataron sus manos y lo secuestraron delante de su esposa Nelva, de su madre, de su hermana, de su hijo Roberto de cinco meses que afortunadamente no fue raptado y de su hija, nuestra compañera Sonia Brizuela que en ese momento tenía dos años.
Al momento de su detención y posterior desaparición trabajaba en el Taller Electromecánico de Villa Revol. Por razones de su salud tenía prescripto tareas livianas. Así y todo, el compañero Brizuela salía a repartir comunicados y volantes, que en esos años macabros significaba una sentencia de muerte, y participaba de las colectas para ayudar a los detenidos por razones gremiales o políticos y a sus familias.
Recordaremos siempre al compañero José Brizuela que, a pesar de los peligros de militar en tiempos de opresión, mantuvo intactas su entereza y convicciones.