Por Miguel Rodríguez Villafañe

Asistimos a un momento cultural en el que se pretende que mande la lógica del mercado de una manera especulativa-financiera, por sobre la dignidad humana, en un contexto de individualismo que nos arrincona en soledades que no edifican, por el contrario, potencian los miedos a la realidad y al futuro, que nos empujan a un sálvese quien pueda. En ese contexto, es importante rescatar el pasado para entender el presente y proyectar el futuro positivo con esperanza y bien común.

Todo ello, en la clara conciencia que mucho de lo que tenemos fue fruto del sufrimiento y esfuerzo de mujeres y hombres gigantes que, en medio de grandes dificultades, se pusieron al hombro los desafíos con ayuda mutua y desde la solidaridad compartida en cooperativas y mutuales, para contribuir a crecer en dignidad, particularmente, en el interior del interior de nuestro país, donde gracias a dichos empujes solidarios se pudo acceder a los servicios más elementales.

Este año 2025 ha sido designado por las Naciones Unidas como el “Año Internacional de las Cooperativas, bajo el lema «Las cooperativas construyen un mundo mejor». Desde esa perspectiva, cabe refrescar algo del pasado épico de las organizaciones argentinas de la economía solidaria.

Cooperativa eléctrica de Punta Alta

En la localidad de Punta Alta, provincia de Buenos Aires, la prestación de la electricidad era monopólica y estaba a cargo de la empresa conocida como “La Ítalo”, que tenía un servicio malo y costoso. Un grupo de vecinos, en 1926, asumió el desafío de darse el servicio básico de electricidad. Se organizaron como cooperativa, lo que llevó al nacimiento de la primera cooperativa eléctrica del país. La empresa Ítalo, como represalia, le cortó el servicio a Nicoliche, uno de los impulsores de la idea. Luego de la queja del pueblo, tuvo que reponerle la prestación eléctrica. La Cooperativa Eléctrica Punta Alta (CEPA), comenzó a brindar el servicio en 1927. La Ítalo, enterada que los industriales panaderos apoyaban con fuerza la idea cooperativa, armó una panadería en la que regalaban el pan para perjudicar económicamente a los panaderos. Lo épico de la mentalidad comunitaria fue que las personas siguieron comprando el pan en las panaderías existentes y no retiraban el pan gratis que les ofrecía “La Ítalo”.

Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas

Otro caso a rescatar, entre tantos, fue el de la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de la localidad de Rojas, Buenos Aires, creada en 1933, con la finalidad de abaratar y mejorar el precio que estaban pagando los consumidores por la electricidad cara y deficiente provista por la usina privada de la firma “Bertuletti y Cía”. Desde un principio tuvieron que enfrentarse a los gobiernos de turno, en lo provincial y en lo municipal, que pusieron diversas trabas al proyecto cooperativo. En octubre de 1939, atento a los inconvenientes planteados a la concreción de la idea cooperativa, el pueblo declaró una huelga de consumidores de luz que duró seis meses. Los comercios cerraban cuando bajaba el sol y las familias usaban velas y kerosén para alumbrarse y solicitaron a la empresa eléctrica que les retiraran los medidores. También hubo luego, un paro general de actividades en la ciudad por 14 días.

En septiembre de 1940, luego de la intensa lucha librada por la comunidad, se dictó el decreto que otorgaba a la cooperativa el permiso para prestar el servicio eléctrico.

Mutual Carlos Mugica – Radio La Ranchada

En el año 1987, nació la Mutual Carlos Mugica con el objetivo de desarrollar estrategias de intervención de forma directa en torno a la formación y el fortalecimiento de organizaciones de base de villas y barrios carenciados de la ciudad de Córdoba, favoreciendo el desarrollo comunitario. En 1989, se fundó la Radio Comunitaria “La Ranchada”, actual FM 103.9, con el fin de dar voz a los que no la tienen. La ley de radiodifusión del proceso militar lo impedía, ya que determinaba en el art. 45, que las entidades sin fines de lucro no podían ser titulares de licencias de radiodifusión. Representando a la mutual, como abogado, tuve el privilegio de llevar adelante jurídicamente un amparo para que no se le exigiera perder identidad y poder compartir el pan de la palabra y la información. Así, se llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, atendiendo a nuestros argumentos, declaró la inconstitucionalidad del referido artículo de la ley. Dicho fallo fue el que permitió revertir la prohibición existente y abrió el camino para las licencias de los servicios de comunicación audiovisual a c

ooperativas, mutuales y demás entidades de la economía social y solidaria.

El mártir cooperador beato Wenceslao Pedernera

En la búsqueda de los nobles objetivos cooperativos también hubo mártires. Es el caso de Wenceslao Pedernera quien, en La Rioja, bajo la orientación pastoral de monseñor Enrique Angelelli, se dedicó incansablemente a elevar las condiciones de dignidad de los trabajadores rurales, fomentando la organización de cooperativas. De este modo, trabajó para conformar diversos tipos de cooperativas en el ámbito rural de provincia de La Rioja, en la clara conciencia que no se puede luchar solo contra la adversidad y que la solidaridad entre todos era básica. Los fines solidarios de ayuda mutua, concretados por los cooperativistas afectaban seriamente, entre otras cosas, los intereses de quienes monopolizaban la comercialización de los productos regionales. Ellos eran los que establecían, arbitrariamente, los precios de tejidos, aceitunas, uvas y vinos. También Pedernera concientizaba en derechos a los trabajadores, lo que complicaba a los sectores productores terratenientes el encontrar mano de obra barata y, en una ética basada en la honestidad, la responsabilidad social y el altruismo constituyó la coordinadora de cooperativas, para potenciar la lucha colectiva. La caridad y justicia en su accionar como laico católico comprometido, motivó que fuera perseguido y luego, acribillado a balazos en la puerta de su casa, el 25 de julio de 1976, en la localidad de Sañogasta.

El papa Francisco lo nombró “beato” en el año 2019, por la vocación sin claudicaciones de trabajar hasta el martirio por valores superadores, como los del cooperativismo. Además, fueron beatificados en la misma ocasión por la lucha en favor de los más débiles, el obispo Enrique Angelelli y los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias, también asesinados por la dictadura militar entre julio y agosto de 1976.

Durante todo el 2026, en el arzobispado de Córdoba, se conmemorará con distintas actividades, los 50 años del martirio de monseñor Angelelli y de sus compañeros.

La lucha continúa

La humanidad tecnificada, ahora con inteligencia artificial, afronta la disyuntiva de trabajar hacia una pluralidad respetuosa, solidaria e integradora, en aras de la dignidad de la humanidad toda, como fomenta la economía solidaria, o ser arrastrada hacia una diversidad solitaria, individualista y dispersa que acrecienta la desigualdad, la exclusión y rompe la cohesión social, ya que las personas que se enfocan sólo en sus propios intereses y objetivos, quedan desconectadas sin un sentido de comunidad o pertenencia, sin Patria.

Dr. Miguel Julio Rodríguez Villafañe

Abogado constitucionalista de cooperativas y mutuales

y periodista de opinión

La Editorial Universitaria Villa María (Eduvim) presenta el libro “Cuando la justicia se asoma a nuestras vidas”, del exjuez federal y abogado constitucionalista Miguel Julio Rodríguez Villafañe. La cita será el viernes 29 de agosto de 2025 a las 19 hs. en la Sede de la Universidad Nacional de Villa María en Córdoba, ubicada en la calle Enrique Finochietto 244, Bº Colinas de Vélez Sarsfield.

Acompañarán al Dr. Rodriguez Villafañe en la presentación del libro, Silvia Barei y Jorge Carranza.

Barei es Doctora en Letras Modernas y autora de textos académicos, críticos y literarios; mientras que en el ámbito de la política universitaria fue Vice-Rectora de la UNC en la gestión del Dr. Francisco Tamarit (2013-2016); mientras que el Dr. Carranza ha sido Juez de Niñez y Violencia Familiar y tiene poemarios publicados. Las historias que aquí nos convocan –ficcionalizadas, pero con referencias reales– son el resultado de sucesos de menor resonancia pública: historias donde prima lo humano por sobre lo trascendental; historias de vida pequeña, de temores y dolores particulares; historias de personas a las que un hombre de derecho, de escucha sensible y profesional, supo prestar ayuda y, en esta obra, ponerles voz. Con un lenguaje claro, en el que lo jurídico y lo cotidiano se conjugan, este libro da testimonio de alguien que ha sabido mantenerse firme en sus valores y justo con quienes ha podido sostener. Tal vez la mejor manera de ilustrar esta obra sea a través de las palabras que le dedica María Teresa Andruetto en su prólogo: “De eso trata, de la escucha sensible de los dolores y las pasiones humanas, este libro de Miguel Julio Rodríguez Villafañe”.

Cuando la justicia se aroma a nuestras vidas podrá adquirirse el día de la presentación o a través de la web: https://www.eduvim.com.ar/producto/preventa-cuando-la-justicia-se-asoma/