Por Santiago Rafael Benito DOLCE – Médico del Trabajo

Una jornada que no siempre es de día

En la empresa, muchos trabajadores saben que su vida se organiza no por el calendario sino por el reloj. El sistema de turnos rotativos de 6 horas marca cuándo se duerme, cuándo se come y hasta cuándo se comparte con la familia. Terminar a las 6 de la mañana o entrar a trabajar cuando otros están cenando no es un detalle menor: es un desafío para el cuerpo y para la mente.

El impacto en la salud

La Medicina del Trabajo estudia hace tiempo los efectos de este tipo de organización. Los principales problemas que pueden aparecer son:

  • Alteración del sueño: dormir de día nunca es igual que dormir de noche.
  • Cambios metabólicos: mayor riesgo de hipertensión, diabetes y aumento de peso.
  • Fatiga crónica: cansancio acumulado que afecta la concentración.
  • Desajuste social: perder reuniones familiares, cumpleaños o simplemente horarios de descanso con los hijos.

El rol de la Medicina del Trabajo

La Medicina del Trabajo, como especialidad médica, no sólo atiende las enfermedades que pueden surgir por los turnos, sino que trabaja en prevención y acompañamiento.

  • Vigilancia de la salud: controles periódicos para detectar precozmente problemas de salud, entre ellos, hipertensión o trastornos metabólicos.
  • Educación sanitaria: programas de salud integral y actividad física adaptados.
  • Prevención de accidentes: recomendaciones para reducir la fatiga y aumentar la seguridad en la jornada nocturna.

Desde la perspectiva de la Salud Ocupacional, el trabajo por turnos es considerado un riesgo laboral que debe estar contemplado en la gestión preventiva de la empresa, en la búsqueda de proteger al trabajador y mejorar su bienestar.

¿Qué se puede hacer?

Las empresas y los trabajadores pueden implementar medidas de cuidado:

  • Promover espacios de descanso adecuados.
  • Ajustar la alimentación a los horarios del turno.
  • Estimular el ejercicio físico y las pausas activas.
  • Favorecer el apoyo familiar y social.
  • Realizar controles médicos periódicos.

Datos que llaman la atención

  • Un trabajador nocturno puede dormir hasta 2 horas menos por día que uno diurno.
  • El riesgo de accidentes aumenta hasta en un 30% durante la madrugada.
  • La OMS considera al trabajo por turnos como un posible factor de riesgo para enfermedades crónicas.

El trabajo por turnos es parte de la realidad de muchos sectores, pero no debe ser sinónimo de resignación. Reconocer sus efectos, hablar de ellos y generar estrategias de cuidado es el primer paso. La Medicina del Trabajo permite transformar una obligación en una oportunidad de cuidar mejor a quienes sostienen el esfuerzo diario de la Empresa.

Recordá que ninguna nota reemplaza la consulta médica.

Ante cualquier duda, hablá con tu médico de cabecera o profesional de confianza.

Prevenir también es cuidarte… y cuidar a quienes te rodean.