En un marco de masivas movilizaciones en todo el país, la Cámara de Diputados de la Nación, trató los vetos presidenciales en emergencia pediátrica y financiamiento universitario y le dio otro duro revés al gobierno de Milei, que no entendió el mensaje de las urnas.

El gobierno libertario transitó los días posteriores a la durísima derrota electoral sufrida en las elecciones de medio término de la Provincia de Buenos Aires dando señales confusas, engañosas y contradictorias a cada paso. Pocos días le duró la confusión y a duras penas intentan maquillar las formas de un presidente violento y cruel con los más necesitados. Más allá de los modales, vetó las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica y envió un presupuesto no sólo plagado de falsedades, sino con peligrosas modificaciones en cuanto a financiamiento y deuda.

Desde el mismo domingo de la derrota convivían en el mensaje presidencial intransigencia para sostener el rumbo del ajuste y el “déficit cero” como innegociable, edulcorada con la voluntad de hacer autocrítica (pero sólo política) y falsas promesas de aumento de partidas presupuestarias para salud, jubilaciones, universidades y discapacidad. Eso sí, para el año que viene.

Mientras reflotaron el Ministerio de Interior y soltaron migajas a algunas provincias el presidente vetó la Ley de Financiamiento Universitario, la Ley de Emergencia Pediátrica   y la Ley de distribución automáticas de los Aportes del Tesoro Nacional a las provincias, a sólo días de una paliza electoral.  

El derrotero de las primeras semanas de septiembre encadenó victorias del pueblo argentino, que una vez más demostró que no va entregar el país ni sus emblemas, y salió masivamente a la calle en defensa de la discapacidad, la salud, la educación y la universidad pública. El día 4 se septiembre el Congreso de la Nación le volteó el veto a la Ley de Emergencia en Discapacidad, y el pasado miércoles Diputados consiguió rechazar los vetos a la ley “Garrahan” y la de Financiamiento Universitario.

El gobierno atacó dos emblemas nacionales y lo pagó con una derrota histórica, inédita, que llega en el momento de mayor debilidad del gobierno. El pueblo argentino, por su parte, demostró que no va entregar la salud, la educación y la ciencia nacional y que va dar pelea por su dignidad, frente a un gobierno cruel, hambreador y entreguista.

Los vetos de Milei

Tanto la Ley de Emergencia en Discapacidad, como la Ley Garrahan y el financiamiento Universitario, representan en términos presupuestarios un porcentaje mínimo, pero aun así fue vetada por el Presidente Milei, junto a la Ley de redistribución automática de los ATN (Aportes al Tesoro Nacional)

Un festival del veto que acumula un costo político cada vez más alto para el gobierno libertario y evidencia que el famoso déficit cero no es más que una farsa. Qué clase de logro es mantener las cuentas al día si al final del mes, solo se han pagado la mitad de las obligaciones y compromisos de pago y, para peor, se sigue sumando endeudamiento. ¿Cuál déficit cero?   El de ignorar las obligaciones constitucionales del estado, como lo son la distribución de los recursos federales, provisión de salud, educación y atención a la vejez y la discapacidad.

La Ley Garrahan.  En materia de salud pública nacional pediátrica, el Hospital Garrahan es un emblema, uno de los hospitales pediátricos de alta complejidad más importantes de América Latina.

La Ley de Emergencia Pediátrica, conocida como “Ley Garrahan”, vetada por Milei y ratificada por Diputados, establece algunos ejes de financiamiento mínimo para el funcionamiento del Hospital, como lo son equiparación salarial a niveles de noviembre de 2023, asignación inmediata de recursos para la compra directa de insumos necesarios y eximición de algunos rubros del Impuesto a las Ganancias, como guardias, horas extras y ciertas tareas “críticas”.

La asociación de profesionales y técnicos del Hospital Garrahan vienen denunciando desde hace meses la grave situación que aqueja al hospital, con un vaciamiento “por goteo” y pérdida de más de 200 profesionales de alto nivel y formación especializada muy difíciles de reemplazar, lo que empieza a afectar las prestaciones. Congelamiento y sub ejecución presupuestaria para un hospital que además de ser referencia a nivel profesional, reconocida en el mundo, está en el corazón de los argentinos, es el lugar que hará lo imposible por salvar la vida de nuestros niños. Cuesta calibrar el nivel de crueldad implicado en vaciar el Garrahan. 

Universidad pública y el sistema científico nacional.  Se convirtieron en otro blanco de la gestión libertaria. Pretendiendo garantizar su financiamiento con prórroga por dos años consecutivos del presupuesto 2023, el año pasado el presidente vetó la primera ley de financiamiento universitario y luego Diputados no pudo obtener los dos tercios necesarios para rechazar el veto.

Este año se impulsó una nueva Ley de Financiamiento Universitario, la 27.795, aprobada el pasado 22 de agosto pasado, que sufrió el mismo destino, y fue vetado por el presidente. El miércoles pasado, con una multitud en defensa de la educación pública frente al Congreso y en todo el país, el pueblo argentino nuevamente defendió la universidad pública, gratuita y de calidad.

Durante 2024, el conjunto de universidades nacionales sufrió un recorte presupuestario del 30% y desde diciembre de 2023 el atraso salarial es del 40%

En un comunicado fechado el 30 de agosto del Consejo Interuniversitario Nacional expresaba: “la ley garantiza el funcionamiento mínimo del sistema universitario durante el 2025 y es absolutamente falso que provoque desequilibrios fiscales. Por el contrario, asegura la continuidad de una política pública esencial para la educación superior y para la sociedad argentina en su conjunto”.

Por su parte, también advirtieron respecto de las trampas del nuevo presupuesto, denunciando que lejos de ser una reparación, consolidaba el ajuste y buscaba eliminar el piso del 6% del PBI en inversión educativa y del 1% en ciencia y técnica.

¿Entendió algo Milei?

La credibilidad, entonces, de los anuncios de mayores partidas presupuestarias para el presupuesto 2026 anunciadas en términos muy vagos por Milei en Cadena Nacional del lunes 15 de septiembre, es de escasa a nula, y se parece mucho a nueva estafa por parte del gobierno de la Libertad Avanza. Vamos a atender la necesidad futura ¿y la de hoy?

En primer lugar, si fuera genuino el recálculo, podría haber empezado por ahorrarse el festival de vetos, en segundo lugar, las previsiones económicas sobre las que se basa el presupuesto 2026 son cuanto menos dudosas en cuanto a proyecciones de inflación, valor del dólar y crecimiento.

En tercer lugar, no hay ninguna previsión en el presupuesto con miras a recomponer la enorme pérdida de todos los sectores involucrados durante 2024-2025. Pero quizá lo fundamental es que en lo profundo nada cambió: el presupuesto y la palabra oficial son claros respecto de que si para atender a las necesidades de financiamiento educativo, previsional, y de salud, se rompe el equilibrio fiscal, la prioridad no es la gente, sino el déficit cero.

Hemos dicho en varias oportunidades que el problema de la absolutización de las políticas de déficit cero, es que, si no son acompañadas por una política de crecimiento, por un plan productivo, provocan recesión y caída de la recaudación, por lo que el arco del déficit cero está siempre más allá. Si además se le suma más endeudamiento externo y uso de divisas para la bicicleta financiera, en vez invertirlas en un plan de apoyo a la industria y el crecimiento de las exportaciones, la crisis se profundiza cada vez más.  El gobierno está en una encrucijada y ya prepara el terreno porque no tiene las reservas para pagar los próximos vencimientos de deuda. Por lo pronto, los límites al gobierno libertario los puso el pueblo.