Haciendo uso del DNU 70/2023 vigente a pesar de su inconstitucionalidad, así como de las facultades delegadas y la reforma administrativa y del estado aprobadas en la Ley bases, el Gobierno Nacional de Javier Milei dio luz verde a su cruzada privatizadora, iniciando por las 4 centrales patagónicas que conforman uno de los más importantes complejos hidroeléctricos del país.
Se trata de las Centrales Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, ubicadas en la región del Comahue entre las provincias de Neuquén y Río negro.
La definición se tomó mediante el decreto 718/2024 publicado en el Boletín Oficial que lleva las firmas de Milei, el Jefe de Gabinete Francos y el Ministro de Economía Caputo, estableciendo una prórroga de las concesiones actuales por el plazo de un año más (agosto y diciembre de 2025), mientras se preparan los llamados a licitación para seleccionar a las nuevas operadoras privadas que se harán cargo por un período de 30 años.
Estas Centrales realizan un aporte muy importante a la Generación de energía eléctrica del país, construidas por el estado industrial desde mediados del S XX, y entraron en operaciones entre 1972 y 1999. Como muchos otros bienes y patrimonio del desarrollo estratégico nacional, que fue diseñado, construido y sostenido gracias al desarrollo técnico y científico argentino, con financiamiento del estado nacional y el esfuerzo de todos los argentinos (a través de recargos tarifarios que se abonaron por casi 20 años), fueron regaladas a precio vil en los 90, a través de sendas concesiones por 30 años.
Esas concesiones vencieron durante 2023, y fueron prorrogadas en sucesivas oportunidades desde ese momento. Lo que iba a ser un tiempo de transición para que vuelvan al estado, se convirtió en una re privatización, de la mano del gobierno libertario.
Según información del sitio LetraP, las centrales en la actualidad “están a cargo de dos grupos extranjeros y dos compañías locales que también operan en otras áreas del negocio energético. En el caso de El Chocón, el 59% de las acciones está en poder del grupo italiano ENEL, el principal accionista de Edesur. En Alicurá, la sociedad controlante está en manos del grupo estadounidense AES.
Desde diciembre pasado, Cerros Colorados está a cargo de la local Aconcagua Energía; mientras que Piedra del Águila pertenece al grupo Central Puerto, que tiene como accionistas a los empresarios Carlos Miguens y Guillermo Reca, a los hermanos Ruete Aguirre y a la familia Escasany”.
Así, ENEL, Aconcagua Energía, AES y Central Puerto seguirán operando las centrales y vendiendo la energía generada a la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista S.A. (Cammesa), hasta se hagan efectivas las nuevas concesiones por un plazo de otros 30 años.
La cuestión, además de haber perdido una gran oportunidad de recuperar soberanía energética, ha generado malestar en las provincias de Neuquén y Río negro que vienen reclamando ser las únicas legitimadas para concesionar o explotar en forma directa las centrales Hidroeléctricas y mayores regalías por el aporte de esos recursos, tanto energéticos como hídricos.
Entre Piedra del Aguila y el Complejo El Chocón Arroyito suman una potencia de 2787 MW, equivalente a la capacidad de generación total de la hidroeléctrica mixta Yacyretá (2746 MW). Las dos represas hidroeléctricas que le siguen en importancia por su potencia instalada son Alicurá (1050 MW) y Cerros Colorados (472 MW), todo este complejo que podría haber vuelto a manos nacionales sin ningún costo, porque se vencían las concesiones, es la que el gobierno libertario volvió a privatizar mediante decreto, a provechándose de una extensa prórroga y demora del gobierno anterior.