Julio “Quebracho” Murúa
Recordar a los que se fueron es mantenerlos vivos
El 17 de enero de 1990 se apagaba la vida de Julio “Quebracho” Murúa. A él, como a tantos compañeros de aquella gloriosa época, les debemos lo que somos y muchos logros ganados con la lucha y el esfuerzo conjunto, como el sindicato que crearon el 5 de febrero de 1944. No está permitido olvidarlos, es una sagrada obligación como lucifuercistas de ley, por eso el Consejo Directivo rinde homenaje a “Quebracho” Murúa a 34 años de su desaparición física.
El 5 de febrero de 1944 una Asamblea de alrededor de 60 compañeros dio nacimiento a nuestro Sindicato, eligiendo en ese mismo momento a Julio Murúa como presidente de USEOCPE (Unión Sindical de Empleados y Obreros de las Compañías Productoras de Electricidad), predecesora de Luz y Fuerza Córdoba. La conducción provisoria que encabezó, además de sus funciones gremiales, confeccionó el Estatuto Sindical a través del cual con posterioridad fue elegido Secretario General Atilio Borserini.
El “Quebracho” como lo apodaban muchos de sus compañeros, estuvo presente en cada lucha y cada vez que el Gremio lo convocó hasta su fallecimiento el 17 de enero de 1990. Con Cristóbal Sierra (luego Secretario General) fueron los delegados gremiales ante las patronales privadas y junto a los demás compañeros apoyaron entusiastamente la estatización del servicio eléctrico en noviembre de 1946.
Aquellos dirigentes tuvieron la fundamental y denodada tarea de modificar las durísimas condiciones laborales de los trabajadores de la electricidad, lo que se logró durante el gobierno de Perón, y dejar incorporado cada derecho en un convenio colectivo de trabajo que se firmó en 1950 durante la conducción de Sierra.
El 13 de julio de 1955, durante los festejos del Día del Trabajador de la Electricidad, la Asamblea General Extraordinaria del Gremio dispuso “por unanimidad y con aplausos” entregarle a Julio Murúa la medalla al mérito sindical que tradicionalmente concede la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza.
En los siguientes años, “Quebracho” continuó militando porque era esa su convicción. Es así que en 1967 la conducción encabezada por Agustín Tosco le encomendó una misión solidaria: fue elegido para presidir la Comisión de Solidaridad con los compañeros cesantes y sancionados durante la dictadura de Onganía, desarrolló una labor abnegada.
Cuando fue presentado por el Eléctrum para este noble cometido, Murúa dijo sobre la persecución a los trabajadores: “Me parece increíble que sucedan estas cosas. A la altura del derecho laboral, de la civilización y de los grandes enunciados por el respeto a los derechos humanos que todos conocemos, comprobar que se castiga a los trabajadores por ejercer un legítimo recurso amparado constitucionalmente, es como volver varias décadas atrás”.
Julio “Quebracho” Murúa… ¡PRESENTE!
(Foto)“Quebracho” Murúa junto a Agustín Tosco