Con motivo del fallecimiento del compañero Julio Agustín Martínez, el pasado 22 de mayo, lo cual reflejamos en el Eléctrum anterior, compartimos sentidas palabras que su hija Mariana le dedica como despedida:

“Para algunos era “Moncuco“, para otros “Cabezón”, pero más allá de donde provengan sus apodos, siempre confluyen en el mismo lugar: Luz y Fuerza. Todo lo que aprendí de él es su ejemplo de trabajador, luchador, de amor por EPEC y por Agustín Tosco.

Cuando salía a la calle, a las movilizaciones, veías el valor que tenía para defender los derechos de todos, defender a sus compañeros; era parte de esa generación que no se dejaba pisotear por nadie, jamás trato de sacar ventaja de nada y cuando iba a hablar con el directivo de la Empresa, lo hacía con su ropa de trabajo.

El legado que nos deja es su vida, el amor por Luz y Fuerza, el ejemplo de trabajador, de compañero, de amigo y persona. Un día apareció una enfermedad y en tres meses le ganó una pelea que afrontó con coraje y valentía y nos lo quitó el mismo día del natalicio de Tosco, así debía ser y así fue. La vida es así.

Recibí con orgullo muchos mensajes de compañeros que agradecían actitudes y consejos de mi padre. Fue, ante todo, un gran hombre y gran papá, y como él decía, la mejor forma de defender a EPEC es trabajando, porque las palabras se acompañan con hechos.”

Hasta la eternidad viejo…

Mariana Martínez