Columna de Salud. Por Santiago Rafael Benito DOLCE – Médico del Trabajo
La Medicina del Trabajo no se ocupa sólo del cuerpo: también protege la mente. Porque el rendimiento laboral, la seguridad en el trabajo y la calidad de vida dependen en gran medida de una memoria ágil y bien cuidada.
Los riesgos psicosociales -estrés, exceso de trabajo, falta de descanso- afectan la concentración y la memoria. Por eso la Salud Ocupacional promueve espacios de pausa, jornadas equilibradas y programas de bienestar mental. En la práctica, un trabajador con buena memoria no solo recuerda instrucciones: también previene accidentes, resuelve problemas con rapidez y mejora la productividad.
Para los jubilados, entrenar la memoria es fundamental para conservar independencia y calidad de vida. Ejercitar la mente con actividades simples como leer, aprender algo nuevo, conversar o escribir recuerdos es tan valioso como hacer gimnasia.
Y no hay que olvidar la relación cuerpo-mente: la actividad física regular (como caminar), una buena alimentación y el descanso adecuado también fortalecen la salud cognitiva. La Medicina del Trabajo integra esta mirada: el trabajador sano es aquel que cuida tanto su cuerpo como su mente.
Algunos ejercicios para la memoria
1. Leer todos los días (aunque sea 10 minutos).
2. Memorizar una lista corta de compras sin escribirla.
3. Hacer crucigramas, sopas de letras o sudoku.
4. Aprender algo nuevo: una receta, un juego, una app.
5. Conversar y contar historias: la memoria también se ejercita hablando.
La memoria también forma parte de la prevención en Salud Ocupacional. En el trabajo, es seguridad y rendimiento. En la jubilación, es autonomía y disfrute. Entrenarla día a día es una forma de cuidarnos, de proteger lo aprendido y de seguir escribiendo nuestra historia con claridad.
Recordá que ninguna nota reemplaza la consulta médica.
Ante cualquier duda, hablá con tu Médico de cabecera o Profesional de confianza. Prevenir también es cuidarte… y cuidar a quienes te rodean.