SINDICATOS TRABAJARÁN EN CONJUNTO PARA PONER EN MARCHA CAPACITACIÓN EN DERECHOS HUMANOS

El pasado 27 de marzo, la Unicameral en sesión especial realizada en el ex centro clandestino Grupo de Artillería 141 de San José de la Quintana, aprobó la Ley Sonia Torres, que prevé Capacitación obligatoria en Derechos Humanos para quienes se desempeñen en la función pública provincial, en los tres poderes del estado.

La norma, impulsada por los organismos de derechos humanos junto a gran cantidad de organizaciones, prevé implementarse con la participación del estado provincial, la Comisión Provincial de la Memoria, los Municipios (ya adhirieron las cuatro ciudades más importantes de la Provincia: Córdoba capital, San Francisco, Río Cuarto y Villa María), como así también las organizaciones sindicales que representan a los trabajadores de distintos sectores de la administración pública.

En ese camino, se llevó a cabo en nuestra sede sindical la primera reunión de trabajo conjunto con los sindicatos que integramos el Foro Sindical por los DDHH, junto a integrantes de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, de la que participaron Alfredo Seydell, Secretario de Derechos Humanos y Mariano Gómez, Subsecretario de Derechos Humanos.

Emiliano Salguero, referente de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, dialogó con Eléctrum sobre esta importante herramienta de construcción de memoria y conciencia histórica, donde los sindicatos tendremos un rol activo 

– ¿Cómo surge este proyecto de Ley?

-Tiene una vinculación directa con el crecimiento del negacionismo que se viene dando desde el gobierno de Macri hasta la fecha, con expresiones y discursos negacionistas de distintos funcionarios públicos, agentes del estado, medios de comunicación e incluso del propio presidente de la Nación.  Veíamos con mucha dificultad que frente a esos discursos de odio y de apología del terrorismo de estado no había una reacción institucional por parte del estado provincial, nacional o municipal y éramos nosotros, los movimientos sociales, los organismos de derechos humanos, los que terminábamos estando al frente de la respuesta a eso.

Desde la Mesa Provincial de Trabajo por los Derechos Humanos se empezó a discutir este tema en varios espacios, entre ellos en la Comisión de Memoria y también a partir de vinculaciones con organizaciones de Derechos Humanos de Latinoamérica y de Europa, tomamos modelos parecidos de políticas públicas vinculadas a enfrentar estas situaciones. Ahí es cuando se empezó con este proyecto de Capacitación obligatoria en Derechos Humanos, terrorismo de estado y procesos violatorios de los derechos humanos para los tres poderes del estado. La Comisión Provincial de la Memoria trabajó con fuerza desde el año pasado, y se llega a la presentación del proyecto a través del Legislador Matías Chamorro con el acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, fue bastante unánime el apoyo a la ley.

– ¿Qué valor le dan a haber conseguido esta herramienta institucional?

-Esta Ley es un avance muy importante, que lleva el nombre Sonia en homenaje a ella y a su lucha, no sólo se trata de combatir los discursos de odio o la apología a los delitos de Lesa Humanidad, sino también de construir herramientas de búsqueda de los nietos, de memoria, verdad y justicia.  También creemos que tenemos que avanzar más en una legislación que brinde herramientas para poder seguir construyendo un ámbito de convivencia democrática, donde no se permitan ciertas expresiones, que niegan la realidad histórica del terrorismo de estado, como lo hizo el propio Presidente Milei. Uno puede entender que las memorias son diversas, pero no podemos negar hechos confirmados por los Juicios de Lesa Humanidad, que en el caso de Córdoba estamos transitando el Juicio N° 14.    Eso también tiene que ver con los valores que la democracia tiene que consolidar: la memoria, la verdad y la justicia, la reparación integral y la no repetición. Si negamos el genocidio, estamos proclives a construirlo de nuevo.

– En esta etapa inicial cómo están trabajando y cuál es el rol de los sindicatos en la implementación de la ley?

– Es importante que podamos trabajar la ley con los sindicatos en forma conjunta con el estado provincial y las municipalidades, porque son los sindicatos los que están en contacto día a día con los trabajadores de todas las áreas y dependencias estatales.

La ley prevé la participación de la Comisión Provincial de la Memoria en los aspectos pedagógicos, pero a la vez estamos trabajando con la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia y con el Foro Sindical de Derechos Humanos. Nosotros creemos que debe haber instancias presenciales sí o sí porque los cursos sólo virtuales tienen muchas limitaciones, como lo vimos con las capacitaciones obligatorias de la Ley Micaela y la Ley Yolanda, que fueron muy fructíferas, pero también dejaron aspectos a mejorar, en términos de procesos pedagógicos y de formación.

A diferencia de estas dos leyes, la Ley Sonia no va a trabajar temas que son nuevos para los gremios, sino que por el contrario van a ser los propios gremios los que van a aportar parte de esas memorias territoriales, locales y propias de sus historias de lucha. Los trabajadores representan el 40% de los desaparecidos y hay que poner en valor todo lo que pueden aportar los sindicatos en estas capacitaciones. 

En muchos casos son los propios gremios los que han desarrollado procesos de reconstrucción histórica y donde además hay 40 años de lucha, con mucha visibilidad y con muchas experiencias pedagógicas, por lo que tienen un acervo muy valioso para la implementación de esta Ley.

– ¿Cómo analizan el crecimiento del negacionismo y porqué ha calado en una parte de la sociedad? 

-Creo que hay dos aspectos: Un aspecto generacional, con disputas intergeneracionales y dentro de las generaciones. Las generaciones que vivieron el terrorismo de estado tienen distintas lecturas de lo que vivieron, producto de que en ese momento también existía como ahora, porque si no, no hubiera sido posible el terrorismo de estado, el ocultamiento y negación de los medios, que después se quedaron con el monopolio de la información, como el caso de Clarín.

En las generaciones más jóvenes que han nacido en la democracia, la dictadura les ha quedado muy lejos, es algo que le está pasando al mundo, esta ruptura con los pactos de derechos humanos que nacen después de la Segunda Guerra Mundial, los hechos terribles que conocemos como el holocausto va quedando muy atrás generacionalmente, y por lo tanto, no dimensionan el valor que tienen los derechos humanos y la democracia. 

Por el otro hay una frustración en relación a lo económico, la democracia no ha podido resolver los problemas económicos, es ineficiente, es la herramienta que tenemos, pero es una democracia que no nos permite resolver nuestra cotidianeidad y lo más fácil muchas veces, sobre todo cuando hay manipulación, es utilizar este enojo o esta frustración en contra de nosotros mismos, esto es lo que han hecho con los experimentos sociales como el de Milei, pero que van de la mano también de ocultar la verdad. Liberaron hace unos días a Juliane Assange, que denunció como se fabricaban las guerras donde miles de personas mueren. Estamos en una sociedad donde los medios de comunicación y particularmente las redes sociales, que las manejan dos o tres empresarios, pueden fabricar realidades, y en un punto controlarnos la vida. 

En las generaciones más jóvenes es donde más ha calado el discurso negacionista, que eso es lo más llamativo, entonces nosotros tenemos que volver a fortalecer nuestras estrategias de construcción de memoria colectiva, de conciencia histórica.

Creo que tenemos que pensar el proceso que estamos viviendo no sólo como una responsabilidad de cada uno de los ciudadanos, sino también como una responsabilidad colectiva donde la memoria no está anclada en el pasado, sino que está vinculada y debe estar articulada con las luchas cotidianas.  

Por eso es muy importante la articulación del movimiento de derechos humanos con el movimiento sindical porque son quienes hoy están levantando las banderas de los derechos humanos en un contexto muy difícil y que tiene que ver con los procesos históricos acumulados en el tiempo.

Los compañeros Mariano Gómez y Alfredo Seydell junto a Emiliano Salguero, representante de la Mesa de Trabajo de los DDHH

 Contra el vaciamiento de las políticas de Derechos Humanos
La Comisión Provincial de la Memoria y los Espacios de Memoria de Córdoba: Archivo Provincial de la Memoria, Ex CCDTyE Espacio La Perla, Ex. CCDTyE Campo de La Ribera, expresan profunda preocupación por la no renovación de los contratos de trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y por la falta de sostenimiento de los Espacios para la Memoria que de ella dependen y los memoriales a las víctimas del terrorismo de estado, reconocidos internacionalmente.
Los trabajadores y trabajadoras que dependen de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación Argentina, están viviendo una angustiante situación, ya que no sólo están viendo peligrar su puesto de trabajo y el sustento de sus familias, sino que además,  ven peligrar la continuidad del normal funcionamiento de los Espacios para la Memoria que durante casi dos década sostuvieron con trabajo arduo y comprometido.
Desde esta Comisión y Espacios de Memoria denunciamos la falta de políticas públicas de Memoria y Derechos Humanos a nivel nacional, que tienen como objetivo planificado, el vaciamiento de cada uno de los Espacios recuperados para la memoria y la reflexión de nuestro pasado reciente, pretendiendo borrar de un plumazo las banderas de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, que por 40 años han cimentado la vida democrática de nuestro país.
         “Mantener estos sitios en pleno cumplimiento de sus objetivos es mantener el estado de derecho en nuestro país, sigamos siendo un ejemplo en la lucha de los derechos humanos en el mundo”
Por la defensa de los Espacios para la Memoria y la plena vigencia de los Derechos Humanos.
Comisión Provincial de la Memoria y Espacios de Memoria Córdoba.
Ley N.º 9286