Para aquellos compañeros que conocieron a Lorenzo, que militaron junto a él, evocar tantos momentos compartidos genera nostalgia y reflexión.

Los ‘90 se caracterizaron por ser la década de las privatizaciones y nuestro Gremio debió luchar permanentemente por mantener a EPEC estatal e integrada. Frente a ese reto, Racero supo aglutinar a compañeros de distintas extracciones detrás de la bandera de la unidad en la acción y con el mandato de las bases, comandó una lucha que tuvo un antes y un después, porque Luz y Fuerza de Córdoba, honrando su tradición combativa, no permitió la venta de EPEC ni su transformación en sociedad anónima como pretende el actual Gobierno provincial.

El Consejo Directivo le rinde homenaje al cumplirse este 16 de febrero, 23 años de su fallecimiento.

En 1959, Lorenzo fue elegido delegado de su sector, Topografía, luego integró el Consejo Directivo encabezado por Agustín Tosco. También fue miembro de la Comisión Transitoria que recuperó nuestro Sindicato en 1983 y miembro titular del Tribunal Paritario. Entre 1984 y 1987 se desempeñó como secretario Administrativo y de 1989 a 1991, secretario Gremial. A fines de 1991, fue elegido secretario General y condujo al Gremio hasta el 16 de febrero de 2002.

En 1995, se le otorgó la medalla al Mérito Sindical por toda su dedicación a Luz y Fuerza de Córdoba. Desde 2018 el Centro de Actividades de B° COFICO lleva su nombre.

Secretario Administrativo y Gremial

Como Secretario Administrativo del Consejo Directivo que encabezó Sixto Ceballos de 1984 a 1987, cumplió una importante labor. En ese momento el Convenio Colectivo de Trabajo seguía derogado, por lo que el gremio no disponía de las contribuciones estatutarias de la Empresa que establece el Convenio. Junto al entonces secretario de Cultura y Acción Social Miguel Lucero, desarrollaron una fundamental tarea que mejoró e incrementó los servicios de obra social, turismo, cultura y educación.

Al asumir la función de secretario Gremial, la prioridad era la defensa del salario frente a la tremenda pérdida del poder adquisitivo producto de la hiperinflación, y la defensa del Convenio frente a la incipiente flexibilización laboral. Cada 30 días debía firmarse un acta de actualización salarial y no fue simple, pero se logró con la permanente movilización de los lucifuercistas.

Primer mandato al frente de Gremio

En diciembre de 1991, Racero fue electo por primera vez Secretario General encabezando una lista pluralista. En ese tiempo empezaron los intentos de privatización total o parcial de EPEC promovidos por el gobierno de Angeloz. En esos años Luz y Fuerza enfrentó el proyecto de concesión de las centrales Sudoeste y Pilar y la transformación de EPEC en una sociedad anónima con participación mayoritaria del Estado (SAPEM).

El 24 de junio de 1992 Lorenzo presidió una asamblea histórica de mil compañeros que dispuso iniciar un plan de lucha que se le llamó “de los 64 días” y que se convertiría en uno de los más extensos de nuestra rica historia. Las acciones culminaron con logros importantes respecto al salario, el Convenio y los puestos de trabajo. Cuando el Ejecutivo quiso convertir a la Empresa en una SAPEM, paso previo a una mayor privatización que implicaba además la liquidación del Convenio, el Gremio, con la participación del Sindicato de Luz y Fuerza de Río Cuarto y del Sindicato Regional, volvió a movilizarse y a presentar propuestas propias contra otro intento de destruir nuestra fuente de trabajo. Paralelamente, tuvimos un rol preponderante en la acción del Movimiento Obrero de Córdoba para enfrentar las reformas del Estado. Fue en nuestra sede sindical donde se reconstituyó la Coordinadora de Gremios Estatales.

Segundo período

En 1994 fue elegido nuevamente Secretario General. A los pocos meses estalló el “efecto tequila” y la prioridad volvió a ser el salario, el Convenio y los puestos de trabajo. Junto con la Coordinadora de Gremios Estatales, nuestro Sindicato participó de numerosas movilizaciones y medidas de fuerza (brutalmente reprimidas en muchos casos), sobre todo contra la ley de emergencia de Mestre que significaba reducción de salarios y despidos. Al intentar aplicarse la ley de emergencia a EPEC con reducción de la jornada laboral, el Gremio lanzó un plan de lucha que se extendió desde julio a septiembre del 95 y planteó una propuesta alternativa que incluía mantener el horario de trabajo y un aporte solidario de los compañeros, la que fue aceptada por el Gobierno tras una tenaz lucha. Este logro posibilitó preservar la EPEC estatal e integrada, el Convenio Colectivo y los puestos de trabajo.

Tercer período

En las elecciones de finales de 1997, Lorenzo Racero fue elegido para un tercer período ininterrumpido con el 70% de los votos. Ese consejo directivo aglutinaba a todas las corrientes del Gremio que defendían la Empresa estatal e integrada. A partir de la Asamblea Extraordinaria del 3 de octubre de 1996, se había iniciado un proceso de convergencia y unidad de las distintas agrupaciones internas de Luz y Fuerza. Esta trascendental asamblea se convocó después de que el Gobierno anunciara su intención de transformar a EPEC en una sociedad anónima, dividirla en dos empresas de generación y distribución y tercerizar importantes sectores operativos, lo cual estaba contemplado en el proyecto oficial de Marco Regulatorio Eléctrico. Se conformó una comisión integrada por nuestro actual Secretario General Gabriel Suárez, entre otros compañeros, que recibió el mandato de la asamblea de apoyar a Racero en las gestiones y acciones en resguardo de nuestra fuente de trabajo y contra los retiros voluntarios.

Lorenzo expresaba entonces: “…se pretende avanzar en una transformación de EPEC muy poco transparente, que nada tiene que ver con lo que queremos los trabajadores”.

Timonel de la histórica victoria sobre la privatización

Durante el gobierno de De la Sota, debimos librar una batalla crucial para nuestro futuro, que se prolongó dos años y medio, y que finalizó con una de las mayores victorias que haya logrado nuestro Sindicato. Con el protagonismo de todos los lucifuercistas y el acompañamiento de la sociedad, nuestro Gremio enfrentó, resistió y derrotó la privatización.

A fines del año 2000, Lorenzo fue elegido para su cuarto período como Secretario General en momentos en que comenzaba la etapa más difícil de esa pelea que acarreó una ola de represión, allanamientos, persecución policial y órdenes de detención contra nuestros dirigentes y militantes, entre ellos el propio Racero.

Luz y Fuerza de Córdoba no claudicó y mantuvo en alto sus banderas. Lorenzo fue objeto de fuertes presiones pero siempre escuchó la voluntad del Gremio. Hizo frente con dignidad a las injustas acusaciones en su contra y a la persecución sistemática de las autoridades provinciales comandadas por el tristemente célebre “milico” Aguad, y posteriormente del ministro Caserio, debiendo permanecer en la clandestinidad por resolución de los Cuerpos Orgánicos, pero jamás abandonó su compromiso. Después que nuestro Gremio anunciara un paro total por 24 horas, el 28 de octubre de 2001 el Gobierno desistió con su idea de privatizar EPEC.

Cuatro meses después de aquel memorable acontecimiento, Lorenzo falleció.

Lorenzo Racero en una protesta del Gremio en 1996

Movilización multisectorial contra la privatización