UNA TRASCEDENTE OBRA DE JUSTICIA SOCIAL QUE AÚN HOY NO TIENE COMPARACIÓN

La Fundación de Ayuda Social “María Eva Duarte de Perón” inició su importantísima tarea social el 8 de julio de 1948, fecha en que obtuvo su personería jurídica. Dos años después pasó a llamarse Fundación “Eva Perón” y contrastará con la Sociedad de Beneficencia de la oligarquía, hasta su disolución tras el golpe de 1955.

La fundación respondió a la necesidad de que la obra emprendida por Evita en 1946 con las Cruzadas de Ayuda Social, contara con un marco que permitiera su institucionalización. Entonces se creó mediante el decreto Nº 20.564 del 19/6/48.

Evita desplegó una colosal labor dignificadora que tuvo como destinatarios a millones de argentinos, entre los cuales seguramente se encuentran nuestros abuelos y nuestros padres. Ella misma había sufrido en carne propia innumerables carencias, por eso su convicción fue atender y ocuparse, en muchos casos personalmente, de resolver necesidades esenciales, entendiendo claramente que donde existe una necesidad, nace un derecho.

Así se materializó una histórica obra inclusiva de protección de la niñez, de la mujer y la ancianidad, como también deportiva y de recreación de enorme magnitud, llegando a todos los confines del país.

Gracias a la Fundación impulsada por Evita, miles de mujeres accedieron a un trabajo.

Con el aporte de los trabajadores sindicalizados y otras contribuciones, se distribuyeron alimentos, ropa, artículos escolares, juguetes, máquinas de coser, y fueron construidas viviendas para familias obreras, policlínicos, escuelas de concreto para terminar con las escuelas rancho, hogares-escuela, hogares de tránsito, hogares de ancianos, el Hogar de la Empleada, una ciudad Infantil y otra estudiantil, el tren sanitario que llegaba donde no había hospitales, las ciudades universitarias de Córdoba y Tucumán y el edificio de la Confederación General del Trabajo.

Incluso la fundación ayudó con víveres, medicina y ropa a países como España, Israel, Chile, entre otros.

Como trabajadores reconoceremos siempre en esta noble obra una expresión genuina, práctica y sobre todo efectiva de Justicia Social para la construcción de una sociedad más justa y solidaria.